Primeras pruebas en el estudio ...

Fuji X100 - 1/500 f:8 - ISO 200 - 2 flashes Nikon y 1 flash Metz (con difusores)
Madrid, 28 de noviembre de 2011


Ya tenía ganas de ver el comportamiento de la Fuji X100 en un entorno bajo luz controlada. No penséis que ha sido por falta de ganas pero he tenido que desempolvar varios "útiles" que tenía guardados en armarios pues últimamente he dedicado más tiempo a la fotografía deportiva y  a la fotografía relacionada con el mundo del automóvil. En este tipo de trabajos, casi todo se hace con luz natural, aunque también es cierto que en ocasiones se apoya la iluminación con algún flash e incluso para alguna fotografía concreta se trabaja de forma parecida o igual al strobist.

En esta primera entrega sobre iluminación en estudio, he  probado alguna de las muchas posibilidades que podemos optar utilizando nuestra Fuji X100 bajo la luz mágica. Aprovecho también esta entrada para dar una pincelada de la metodología que suelo emplear cuando trabajo en estudio así como alguna opinión y recomendaciones.

Dependiendo de tu nivel en este sub-mundo de la fotografía, quizás las primeras preguntas que alguno de vosotros me puede hacer son: ¿qué necesito para empezar?, ¿cuánto necesito invertir?, ¿realmente me sirve esta cámara?, …, seguro que hay muchas más preguntas pero, éstas no están mal para empezar.

Cuando tengo que realizar una o varias fotografías por encargo, muchos son los ingredientes que me preocupan, a saber, calidad, encuadre, luz, participantes (modelos, atrezzo, gatches, ...) y muchas más cosas que se te ocurran, pero hay uno que siempre cuido especialmente, me refiero a los fondos, capaces de enmarcar un producto con una atmósfera exquisita pero en ocasiones también responsables de arruinar la mejor toma del objeto principal.


Para trabajar en estudio y como es lógico, los fondos dependerán de distintas variables, pero normalmente para temas pequeños, cito a modo de ejemplo un frasco de colonia o un reloj, suelo utilizar como base uno de los vinilos que hay disponibles en distintos colores (blanco, gris, negro, rojo, verde, …), y que tienen un manejable tamaño de aproximadamente un metro cuadrado cada uno. Este tipo de plástico tiene la ventaja que es algo rígido pero lo suficientemente maleable para utilizarlo de suelo y pared trasera. Además los puedes encontrar en brillo para obtener reflejos y mate. El precio no lo recuerdo pero son muy baratos y resultan ser una buena solución. Para sujetarlos a la mesa puedes utilizar pinzas de las que venden en los típicos bazares. También hay mesas específicas para bodegón, pero todo dependerá del presupuesto y el número de veces que se va a utilizar para poder rentabilizarlo.

Hay ocasiones que utilizo el “cubo soft”. Es una especie de tienda de campaña cuadrada de unos 80 cms. a cada lado. Esta solución es muy buena para controlar reflejos que se producen si lo que vamos a fotografiar es brillante.

En cuanto a fondos para modelos, utilizo un porta-fondos y distintos fondos de los que venden en papel e incluso alguno creado por mí con telas y sprays de pintura. El presupuesto dependerá de cómo te lo montes pero es buen comienzo tener el porta-fondos y al menos unas telas negras y blancas lo más mate posible para empezar.

Antes de cambiar del tema fondos, comentaré que en ocasiones utilizo cromas (fondo con un color primario para ser sustituido por otro con el ordenador) pero esto solo en casos de un encargo concreto pues luego lleva mucho tiempo de retoque y si te descuidas al final trabajas a precios de derribo.

Ya tenemos el fondo, tan solo necesitamos la luz, me refiero a los flashes, bien de estudio, portátiles o luces de diodos ahora muy de moda pero que no voy a tratar por ser más utilizadas en bodegones. Cuando he nombrado los flashes he dado por incluidos pies o trípodes, difusores, paraguas, concentradores (nidos de abeja) etcétera. También necesitaremos  un sistema para enlazar nuestra Fuji a esas fuentes de luz y si nos queda presupuesto también conviene disponer de un flashímetro-fotómetro, si no es así, no te preocupes pues con el sistema digital casi siempre podemos recurrir al método de prueba y error.

Fuji X100 - 1/1000 - f:8 - ISO 200 - 1 flash Nikon con nido de abeja
En estudio siempre resulta mucho más fácil trabajar con luz contínua de modelado, es decir la que tienen los cabezales de estudio y como la que emiten los focos de diodos. En ambos casos se controla en todo momento donde hay luces y sombras. Esto permite controlar la luz y corregir a nuestro gusto antes de realizar una toma. Todo lo contrario ocurre cuando trabajamos con los flashes que en el mejor de los casos como mucho tienen un pre-destello que te deja ciego y encima se come las pilas por lo que el trabajo hay que realizarlo aún teniendo experiencia también con el método de prueba y error, es decir realizando tomas, revisándolas y corrigiendo lo que sea necesario. Esto puede valer pero en plan profesional no es lo recomendable pues no siempre tenemos todo el tiempo que necesitemos a una modelo o un atrezzo perecedero en plena forma como hielo, humo, etcétera.
Si ya tenemos la luz perfecta, según nuestro criterio, el siguiente paso consiste en medir con el flashímetro la cantidad de potencia que emite cada una de las fuentes de luz y realizar el ajuste final a lo que consideremos graduando la potencia de cada fuente e incluso acercando o alejando el flash del motivo. Es muy importante no olvidar realizar el ajuste con el mismo valor (ISO) en la cámara y el  flashímetro, es obvio pero a veces se puede olvidar. Ya he comentado que en el caso de no disponer de un aparato para medir la luz, una solución pasa por disparar pruebas hasta tener ajustado todo. No es la mejor manera de trabajar pero al menos ahora es posible con los sistemas digitales.

Otro tema importante que a veces se puede olvidar es ajustar el balance de blancos y aunque la Fuji X100 dispone un buen sistema medidor en Auto, es mejor afinarlo pulsando la tecla “BW” y utilizando la opción que está justo debajo de Auto “Personalizado”. Contra una carta de ajuste de blancos (en mi caso utilizo una muy sencilla de la marca Lastolite) iluminado por los flashes, disparamos una foto y nuestra Fuji X100 nos informará “finalizado”, lo que significa que ese es el balance medido para esa toma y por lo tanto será el balance de blancos correcto. También podemos poner los grados en la opción temperatura de color. Normalmente los flashes trabajan a 5.000K. Si no quieres utilizar ninguna de estas dos opciones, mi consejo es dejar la opción Auto.

Y a disparar, …, pero, ....

¿Cómo que no funcionan los flashes?,  Olvidé comentar que opciones tenemos para conectar nuestra cámara a los flashes o cabezales de estudio.

Si nuestros cabezales o flashes son relativamente antiguos, seguramente tendrán como conexión el sistema de cable sincro PC. Si es así, lo más barato es utilizar el adaptador de zapata con salida PC, ya comentado en este blog trabajando con flash. Para ello conectaremos uno de los flashes o cabezales y el resto se pueden accionar por foto-células. Esta puede ser la opción más económica pero quizás no sea la mejor y ello motivado fundamentalmente por lo fácil que podemos tropezar con los cables. Además las foto-células  si están un poco escondidas, en ocasiones no realizan bien su función de disparo. No obstante si utilizas este sistema, no olvides seleccionar la opción “SI” en flash externo dentro de “menú modos de disparo” en la tecla “Menú/OK”.

Existe otra opción aún más económica que podremos utilizar si no disponemos del adaptador de zapata. Consiste en activar directamente todos los flashes por simpatía con las foto-células,  ¿cómo?, sencillo tan solo tienes que seleccionar las opción "SI (mando)" situada en el mismo menú antes mencionado. Pero este sistema además del problema ya comentado de las foto-células, tiene otro inconveniente añadido y es que el flash que se dispara en nuestra Fuji X100 para accionar al resto de flashes por simpatía, influye en la toma. Si bien es cierto que es poco, pero influye. Esto pasa también con las cámara réflex cuando utilizas la opción equivalente.

Por fin llegamos a la opción en mi opinión óptima o pata negra. Me estoy refiriendo a los sistemas disparadores por radio. Actualmente es una opción asequible desde el punto económico pues son relativamente baratos y funcionan francamente bien. En este sistema tan solo hay que poner un emisor en la zapata de la cámara y los receptores en los flashes. En la cámara también hay que seleccionar la opción “SI” de flash externo para que el emisor actúe cuando realicemos un disparo. Este método tiene muchas ventajas y los límites suelen estar más relacionados con la distancia que hay desde el emisor y los receptores. Normalmente todos soportan a partir de 20 metros y esa distancia en un estudio de tamaño normal, iremos sobrados.

Recordar que en estudio trabajaremos en modo manual, sincronizando ISO y apertura de diafragma con la medición que facilite el flashimetro. La velocidad  que suelo utilizar con la Fuji X100 en esta circunstancia es de 1/500 o 1/1000 sin ningún problema. 


No quiero cerrar este tema sin comentar que en las pruebas realizadas, sigo sufriendo mucho con el enfoque, especialmente a la hora de trabajar con tomas en clave baja (con poca luz). Es cierto que añoro las ópticas Carl Zeiss con su enfoque tan preciso, por supuesto mecánico y manual. El sistema de la Fuji X100 con el anillo de enfoque digital, no termina de convencerme, quizás es lo que menos me gusta de esta excelente cámara.

Por último otra opinión: de momento descarto los flashes para trabajar en estudio salvo circunstancias concretas. Me resulta mucho más cómodo trabajar con cabezales de estudio con su luz de modelado. Por ello, en futuras entregas realizaré retratos de estudio con los cabezales y dejaré los flashes para la prueba de strobist y exteriores.

En la próxima entrega: "Será por voltios ..."

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